En campo de oro, unos montes de sable y delante de él, un árbol de sinople, terrasado (terrazado) de lo mismo y frutado de oro. En Jefe, de gules, un castillo de oro aclarado de azur y acostado de dos estrellas de seis puntas, también de oro. Lleva por timbre: Corona Real cerrada.

Escudo realizado por el cronista oficial de la provincia

El fenómeno de adopción de emblemas heráldicos por los ayuntamientos se remonta en España, a imagen de otros países occidentales, a la Edad Media para más tarde, y en particular durante el siglo XIX, entrar en cierta decadencia paralela a la propia heráldica. En el último cuarto del siglo XX y a la par de la adopción por diferentes autonomías de una reglamentación específica, así como la introducción de prácticas de Identidad corporativa en el ámbito institucional, ha supuesto el despertar de un interés creciente al respecto y cada año son numerosos los municipios que publican estudios para la rehabilitación de sus tradicionales armerías o para la creación de otras nuevas.